Hay cierta época del año, durante los meses de otoño o invierno, en la que Venecia sufre un fenómeno conocido como "Acqua alta" (agua alta). Los canales de Venecia conectan con una laguna, que a su vez está unida al mar Adriático. A menudo, esta laguna presenta grandes subidas de agua, inundando las calles de la ciudad y con ellas las viviendas y negocios que se encuentran a las cotas más bajas, incluyendo la librería que nos ocupa. Los habitantes de Venecia son conscientes de que el fenómeno está a punto de producirse gracias al ruido de una bocina, que se hace sonar a modo de aviso por las calles.
Con el objetivo de proteger los libros del agua Luigi, el propietario de Acqua Alta, hizo acopio de barcas sobre las que poner tan preciada mercancía. De este modo, cuando el agua decide inundar este pequeño templo de la cultura y amenaza con ahogar los libros, éstos se salvan gracias a que están metidos en góndolas e, incluso, en alguna bañera. De este modo los libros flotan, desafían a su destino fatídico y ganan la batalla a los elementos atmosféricos.
(Información tomada de Internet)
Este año, para el Día del Libro no he podido preparar ninguna entrada (los pintores no me lo han permitido), pero curiosamente, ese día me llegó un libro al que le tenía muchas ganas. Desde muy jovencita me ha encantado Agatha Christie... Me habré leído todas sus novelas a lo largo de mis muchos años unas 4 o 5 veces..Pero este no había podido conseguirlo nunca.
Venido desde la Central Librera Real de Ferrol. Ya tiene sus añitos, yo creo que casi tantos como yo..El color de las hojas así lo atestiguan, pero os digo que lo estoy disfrutando un montón....
Perdonad por la entrada tan chapucera, pero no sé como arreglar ese párrafo díscolo del principio....
ResponderEliminarVeo que ha sido tomada de Internet, tal vez con un corta-pega ¿Has probado a seleccionar todo lo copiado y eliminar el formato?
EliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué gracioso el libro de editorial Molino. La editorial Molino estaba cerca de mi anterior casa, donde viví hasta los 29 años, en la calle Teodoro Llorente. Eran vecinos de un café que tenía mi abuelo en los años 50, como mi padre y mis tíos eran jóvenes y muy lectores les regalaban las novelitas, en mi casa, cuando era pequeña me recuerdo en un ángulo que formaba el pasillo donde había una librería, no te puedes imaginar las tropelías que les hacía a los libros lápiz en mano. Me encantaban esas portadas tan coloridas
ResponderEliminarEstos italianos son únicos para vender.¡ Qué imaginación !
ResponderEliminarMuy bonito y original el mps. No creo que te entre sueño leyendo en ese estado
Un abrazo
No sé qué decirte de la librería, tendrá su encanto pero a la hora de buscar un libro tendrá sus problemas...
ResponderEliminarSiempre habrá quien proteja los libros y me alegro.
ResponderEliminarNo sé en donde he leído que están tratando de evitar que el aqua alta produzca tantos problemas. A ver si lo consiguen.
Un saludo.
Leí el otro día preparando la entrada que en el 2019, la marea fue tan grande que de nada sirvieron la góndola ni las bañeras... Hizo bastantes destrozos...
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