De tan lejos han venido de la mano del compañero de trabajo de mi hijo, César, y su prometida Lucía. Mi agradecimiento más profundo pues me consta que esta vez, a diferencia de los que me trajeron de Japón, les ha costado más encontrarlos y han dedicado parte de su tiempo a buscarlos. Cuento con que Fran (hasta que yo pueda hacerlo) les compense con alguna cervecita que otra. De verdad, muchísimas gracias.
Tailandia
Singapur
Cómo tienes al personal !!! Son preciosos, nosotros tenemos alguno.A disfrutarlos !!!
ResponderEliminarMontse
Tan bonitos y delicados como buena parte del arte oriental.lo mejor que s eacuerden de ti.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonitos, bonitos, Pepi.
ResponderEliminarUn abrazo.